lunes, 30 de diciembre de 2013

Las Gallinitas Despitadas



(Este cuento es para trabajar el nivel atencional de los pequeños y descubrir que nadie tiene la culpa, se recomienda contarlo con mucho humor)

Carambolas, carambolas, un nuevo cuento se asoma...

Había una vez, una gallinita que iba por el campo comiendo maíz, de pronto chocó con otra gallinita que iba haciendo lo mismo, ambas se pegaron en la cabeza y cacarearon muy enojadas ¡¡¡cococococococo!!! (Imitar a las gallinas siempre de manera divertida)
Una le dice a la otra:
- Cócocococomo es posible!!
La otra gallinita enojada le dice: - Quiquiqui, pero si tú me pegaste a mí.
– Cococococomo, si tú fuiste
- Quiquiquiqui, será mejor que vayamos donde la Vaca Sabia para que nos aconseje.
Y las dos gallinitas se fueron a hablar con la sabia del lugar, la Señora Vaca (en esta parte se hace un juego donde las dos gallinas tratan de hablar al mismo tiempo). La Vaca Sabia dice:
 - Muuuuy buenas tardes!! Y le pregunta a la primera gallinita: ¿Usted iba poniendo atención por donde iba comiendo el Maíz?... y la gallinita respondió sonrojada: - Cococococomo? ¿Yo? No. Luego hizo lo mismo con la otra gallinita, quien respondió avergonzada: - Quiquiquiqui, no.
- Entonces, ¡caso cerrado!, dijo la Vaca Sabia. Las dos deben poner muuuuuucha atención y no tendrán más accidentes, por lo tanto, no hay culpables.
Las dos gallinitas se pusieron a reír y se hicieron muy amigas, aprendiendo la lección de que siempre hay que mirar por donde van y no echarle la culpa a los demás por la propia falta de atención.

Carambolín, carambolín, este cuento llegó a su fin.

lunes, 28 de enero de 2013

El Elefante Viajero



(Este cuento despierta la creatividad, el juego corporal, vocal y la participación)

Carambolas, carambolas, un nuevo cuento se asoma...

Había una vez, un Elefante que tenía las orejas muuuuy grandes. Eran tan grandes, que decidió viajar por el mundo.

Entonces tomó su maleta, movió sus orejas y se fue a la playa, ahí se puso su traje de... baño (el niño completa) y nadó, hizo castillos de arena y lo pasó muy bien.

Después se sacó su traje de baño y viajó al polo, como allá hace tanto frío, se sacó su traje de... y se puso, gorro, guan..., bufan..., abrigo, botas, (uno va haciendo la mímica y los niños completan). Entonces tomó su maleta, movió sus orejas y se fue al polo. Ahí vio a los pingüinos, hizo monitos de nieve, estuvo en un Iglú y lo pasó muy bien.

Después se sacó toda su ropa de abrigo y viajó a la luna, así fue como se puso su traje de astronau... Entonces tomó su maleta, movió sus orejas y se fue a la luna. Allá caminó leeento, dibujó una bandera de la paz, la enterró en el suelo lunar y lo pasó muy....

Después se sacó su traje de astronau... y viajó a su casa porque ya estaba muy cansado. Entonces tomó su maleta, movió sus orejas y se fue a la cama y ¿qué se puso?... su pija....

Y durmió toda la noche hasta que salió el sol.


Carambolín, carambolín, este cuento llegó a su fin.

martes, 28 de agosto de 2012

Los Amigos Diferentes




(Para valorar las diferencias)

Carambolas, carambolas, un nuevo cuento se asoma...

Había una vez un Sapo que se encontró con una Serpiente y le dijo: - Serpiente vamos a saltar?, y la Serpiente le dijo, - Yo no salto, me arrastro. El Sapo contestó: - Pero ¿cómo? si saltar es tan entretenido!, entonces la Serpiente le dijo: - Pero a mí me gusta mucho arrastrarme, es lo que puedo hacer, ya que no tengo patas.

De pronto llegó un Caballo veloz y les dijo: - Sapito y Serpiente, ¡vamos a galopar! El Sapito le contestó: -Yo no puedo galopar, sólo saltar, y la Serpiente le dijo, - Yo no galopo, me arrastro. El Caballo contestó: - Pero ¿cómo? si galopar es tan entretenido!, entonces el Sapo dijo: - Pero a mí me gusta saltar, además no puedo galopar y la Serpiente agregó: - A mí me gusta mucho arrastrarme, es lo que puedo hacer, ya que no tengo patas.

En ese momento llegó un Pajarito por el cielo y les dijo: - Amigos, ¡¡vamos a volar!!, El caballo con cara de sorpresa comentó: Imposible, yo no tengo alas, no puedo volar. El Sapito le contestó: -Yo no puedo volar, sólo saltar, y la Serpiente le dijo, - Yo no vuelo, me arrastro. El Pajarito contestó: - Pero ¿cómo? si volar es tan entretenido!, entonces el Caballo comentó que le gustaba mucho galopar, el Sapo dijo: - pero a mí me gusta saltar, además no puedo volar y la Serpiente agregó: - A mí me gusta mucho arrastrarme, es lo que puedo hacer, ya que no tengo alas.

Así, cada uno hizo lo que podía hacer y lo que más le gustaba hacer. Cuando llegó la noche todos tenían mucho sueño y se dieron cuenta de que todos podían dormir, así es que se acostaron en sus camitas y cansados de tanto saltar, arrastrarse, galopar y volar, durmieron felices toda la noche hasta el otro día cuando salió el sol.

Carambolín, carambolín, este cuento llegó a su fin.

lunes, 21 de mayo de 2012

La Manguera ayuda a la Mariposa



(Este cuento habla del cuidado del agua y el prestar ayuda a otros)

Carambolas, carambolas, un nuevo cuento se asoma...

Había una vez una Mariposa, muy grande y muy linda que estaba volando muy aproblemada porque tenía mucha sed, de repente se encontró con la Señora Manguera y le dijo que por favor le diera agua. - Claro que sí, respondió la Manguera, quien le señaló la llave para que la Mariposa la abriera y así pudiera salir agua.

La Mariposa abrió la llave y por la boca de la Señora Manguera comenzó a salir muuuucha agua, la Mariposa tomó y tomó agua hasta quedar sin nada de sed. - Muchas gracias, dijo la Mariposa y comenzó a volar. La Señora Manguera comenzó a llamarla: ¡Mariposa! ¡Mariposa!, vuelveeee, tienes que apagar la llave, no podemos perder el agua, tenemos que cuidarla. - Uy verdad, jeje, sonrió la Mariposa y rápidamente fue a apagar la llave de agua.

Ahora sí, dijo la Manguera y la Mariposa le preguntó: - Señora Manguera, estaba tan rica el agua que ahora me dio hambre, ¿sabe dónde puedo ir a comer?, la la Manguera respondió: - Anda hacia el sur donde está ese cerro, detrás hay un campo muy grande de bellas flores con mucho néctar. Mmmmmm qué rico, feliz se fue la Mariposa agradeciendo a la Manguera y voló hacia el campo de flores. Comió y comió y cuando ya estaba llenita se acomodó en un árbol y descansó feliz y contenta.

Carambolín, carambolín, este cuento llegó a su fin.

martes, 11 de octubre de 2011

La Frutera




(Este cuento enseña acerca de las diferencias, los aportes, los colores y la amistad)

Carambolas, carambolas, un nuevo cuento se asoma...

Había una vez una Manzana roja que estaba en una frutera compartiendo con otros amigos. Estaba la Banana amarilla, la Naranja anaranjada y había una Naranja pequeña. Entonces la Manzana le dice a la Naranja pequeña: - ¿por qué eres tan chiquitita? Entonces ella le dijo: - No soy chica, no soy una Naranja, soy una Mandarina.

¡Uy!, dice la Manzana, qué suerte es tener a alguien tan parecida pero no ser lo mismo. Pucha, yo no tengo una fruta parecida a mí. - ¿Cómo qué no? le dice la Naranja, las cerezas y las guindas son rojas y pequeñas y se parecen mucho a ti. ¡¡Es verdad!!, dice la Manzana contenta.


La banana sonriente dice: - muy bien Manzanita descubriste a nuevas amigas, finalmente somos todas frutas y aportamos muchas cosas buenas a este mundo, lo importante es que nuestras diferencias sirven para ayudar a los seres que se alimentan de nosotras... ¡¡Vivan las frutas!!! ¡¡¡Vivan!!! Celebran todas en la frutera.

Carambolín, carambolín este cuento llegó a su fin.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Las Nubes y el Sol



(Este cuento enseña lo importante de los ciclos y como crece la naturaleza)

Carambolas, carambolas, un nuevo cuento se asoma...

Había una vez, una nube, una nube blanca que viajaba por las ciudades. Un día la nube comenzó a llenarse de agua, mucha agua, cada vez más agua y dejó de ser blanca, se puso gris. De pronto, como estaba tan llena de agua no vio que venía otra nube igual y chocaron. Así fue como comenzó a caer agua a la ciudad y llovió y llovió.

Eso fue muy bueno, ya que las plantitas se regaron y se alimentaron. Los árboles, las flores, el pasto, todo quedó mojadito y bien alimentado.

Luego las nubes quedaron sin agua y volvieron a ser blancas, se hicieron muy amigas y siguieron juntas sus viajes a otra ciudad, dejando que el sol apareciera y les entregara a las plantas, los árboles, las flores y el pasto mucha luz y calorcito.

Con toda esa agua, esa luz y calorcito, las plantas, los árboles, las flores y el pasto comenzaron a crecer, crecer mucho... con mucha fuerza y fueron muy muy grandes.

Y así es como las nubes y el sol hacen su trabajo en todas las ciudades y los campos, ayudando a que toda la naturaleza crezca.

Carambolín, carambolín, este cuento llegó a su fin.

martes, 20 de septiembre de 2011

El Globo Rojo




(Este es el cuento favorito de mi hijo, despierta la creatividad, enseña colores, sensaciones, adjetivos y acciones)

Carambolas, carambolas, un nuevo cuento se asoma...

Había una vez, un globo, un globo grande y rojo. Este globo rojo rebotaba y rebotaba en las manos de los niños (hacer el gesto). Hasta que un día, quiso llegar a las nubes, y comenzó a subir y a subir y se despedía de los niños: - Adios niños, adios!, decía con su manito el globo mientras ascendía (hacer el gesto) y los niños le decían: - Adios globo rojo, adios!. (hacer el gesto)

Y así fue, como el globo rojo llegó a las nubes, y estaba feliz, y rebotaba y rebotaba de nube en nube (hacer el gesto). Hasta que de repente (suspenso y hablar más lento)… le dio sueño y estaba muy cansado de tanto rebotar y rebotar, entonces le dijo a la nube: - Nube blanca, puedo dormir encima tuyo? Es que eres tan suavecita y blandita?, y la nube le respondió: - Claro que sí globo rojo, duerme no más, acomódate. Así fue como el globo rojo se acostó sobre la nube blanca y durmió toda la noche hasta el otro día, muy cerca de la luna.

Carambolín, carambolín, este cuento llegó a su fin.

Pablito Aprendió a Compartir




(Este cuento es experiencial y l@s niñ@s se identifican con él. Si se le cuenta a una niña se recomienda cambiar al protagonista por una niña)

Carambolas, carambolas, un nuevo cuento se asoma...

Había una vez, un niño que se llamaba Pablito. Pablito fue con su mamá a jugar a la plaza y llevó su pelota.

Cuando llegaron estaba muy contento jugando con su pelota. De pronto llegó otro niño más pequeño y se puso a jugar con él, pero Pablito pensó que le iban a quitar su pelota y no quiso jugar con él. Después llegó una niña, ella tomó la pelota y Pablito se la fue a quitar. La niña se puso a llorar. Pero ¡¡Pablito!!, dijo su mamá, estos niños quieren jugar contigo, no te van a quitar tu pelota, es mucho mejor jugar con otros que jugar solo.

Entonces Pablito se dio cuenta de que mejor compartía, que nadie le quitaría su pelota. Así fue como cada vez que iba a jugar a la plaza, buscaba a niños para compartir, y lo pasaba muy bien y siempre le devolvían su pelota para que otro día volvieran a jugar.

Carambolín, carambolín, este cuento llegó a su fin.

Guillermo y Andrés el Pez




(Este cuento habla de la integración, de las diferencias y de lo bien que se puede pasar si se tiene la disposición de hacerlo)

Carambolas, carambolas, un nuevo cuento se asoma...

Había una vez, un pez, un pez llamado Andrés. Andrés era pequeño y nadaba en el mar muy rápido (hacer el gesto con la mano) y tenía un amigo que se llamaba Guillermo. Guillermo era un pez grande y nadaba lento.

Siempre se juntaban a jugar, pero nunca les resultaba porque Andrés nadaba muy rápido y Guillermo nadaba muy lento.

Un día Guillermo le propuso a Andrés que por esta vez nadara lento. Andrés aceptó y comenzó a nadar leeeento. Guillermo le iba mostrando todo lo que había en el mar, los corales, las algas, las rocas, los colores y dieron un paseo observando cada detalle. El juego consistía en mirar todo y luego recordar la mayor cantidad de cosas.

Lo pasaron muy bien, Andrés comprendió que andar lento era muy bueno porque permitía mirar bien las cosas.
Otro día jugaron a andar rápido como Andrés, y también lo pasaron muy bien, se rieron mucho, recorrieron muchos lugares, fortalecieron su cuerpo y su actividad física.

Ambos amigos comprendieron que es muy bueno hacer cosas diferentes, que todo puede ser muy entretenido si así lo intencionan.

Carambolín, carambolín, este cuento llegó a su fin.